No es nueva la hipótesis de que el gobierno de Venezueladepende de forma crítica del financiamiento de China y de Rusia. Este artículo
de Marcelo
Cantelmi refiere elementos de la reforma constitucional en curso que, de
ser ciertos, revelan que el régimen puede sobrevivir un tiempo indefinido.
Según este análisis, se ha reconocido que la deuda externa
es impagable bajo las condiciones actuales. Por otro lado, Venezuela ha sido
históricamente un país exitoso en pagar sus deudas. La causa es la alta
liquidez que le provee al Estado la industria petrolera. Aparentemente, la
reforma constitucional va a romper el monopolio de Petróleos de Venezuela con
el fin de que se puedan dar nuevos territorios a empresas extranjeras que
generen el efectivo necesario para solventar la deuda.
Lo peculiar del caso venezolano es que la reforma no busca
que las multinacionales compitan por los territorios y las reservas. Más bien,
parece haber la expectativa de que serán empresas de los países acreedores los
que se llevarán las concesiones (Rusia y China). Esto puede dar estabilidad al menos
por algunos años al gobierno. Esos gobiernos han jugado el papel de financiador
marginal del gobierno de Venezuela; este último sigue siendo un acreedor principalmente de los inversionistas
internacionales, pero tener esos aliados políticos dispuestos a solventar
situaciones de emergencia parece haber sido una pieza clave de su estrategia.
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