martes, 30 de mayo de 2017

Política y finanzas

Mañana comienza la conferencia sobre política y finanzas en el Centro Stigler.
Un par de los temas:

  • El programa de privatización de Chile transfirió riqueza del Estado a un puñado de particulares (artículo de Felipe González, Mounu Prem y Francisco Urzúa). En el video que les pongo abajo, Luigi Zingales pone a Chile como un ejemplo de un régimen "pro-empresa" más que un régimen "pro-competencia". Los canales para pasar la riqueza incluyeron créditos a tasas bajas de interés de bancos del estado.
  • La forma en que el gobierno regula las telecomunicaciones tiene grandes impactos sobre precios, competencia y concentración. Faccio y Zingales hablan de pérdidas para el consumidor de 65 mil millones de dólares al año en Estados Unidos, por precios elevados en comparación a Alemania. Por cierto, utilizan el estudio de la OCDE sobre telecomunicaciones en México, el cual ha sido ampliamente desacreditado. La investigación sobre México aún está pendiente.

Stigler pensaba que toda la economía era economía política. Zingales es del Director actual del Centro y comparte esa pasión por entender cómo funciona el Estado. El video es una introducción a los temas de la conferencia.


viernes, 26 de mayo de 2017

¿En dónde terminará el salario mínimo?

El tema del salario mínimo ha resurgido en México. No como consecuencia de un debate de política, sino de que la inflación se ha disparado, y de las reglas de largo plazo que el gobierno se ha fijado en el ámbito monetario.  Es posible que también esté jugando que el gobierno federal requiere cobertura política para las elecciones presidenciales de 2018.
Es bien sabido que el salario mínimo en México es el más bajo de la región americana. Una causa directa es que el gobierno federal adoptó al final de los ochenta una política de incrementarlo en la inflación esperada, bajo la hipótesis de que ello es indispensable para que la inflación sea baja. En la práctica, la realización de la inflación ha sido superior a la esperada con mayor frecuencia que el evento contrario, y así el salario mínimo se ha quedado atrás.
Desde los primeros estertores de la Gran Recesión, en el verano de 2007el salario real ha seguido un proceso de crecimiento lento: en enero de 2007 era $324, en 2015 era $331 y en 2016 era $334 (a valores de abril de 2017; uso el salario de los trabajadores afiliados al seguro social).  El crecimiento de 2000 a 2006 fue una mezcla del regreso de la “Crisis Tequila” de 1994-95, cuando los salarios reales cayeron 26%, y de la recesión de las dot.com, que se dio con crecimiento de salarios pero no del empleo.

En las gráficas mostramos el salario promedio de trabajadores afiliados a la seguridad social de enero de 2000 a diciembre de 2018 (pronóstico a partir de abril de 2017). Para lo que queda de 2017 y 2018 suponemos inflación de 7 y 5%, respectivamente (la segunda es la cifra a la que implícitamente se refiere el Banco de México en documentos oficiales: llegar a  la cota superior de la meta de largo plazo al final de 2018, lo que significa 4% o más ese año), y un crecimiento anual real del salario general de 1%.


Por su parte, el salario mínimo ha estado en un cociente prácticamente constante con el salario general desde 2007, pues la inflación fue baja y los pronósticos de inflación tuvieron un error también bajo (es decir, deja de perder terreno desde 2007). En la gráfica de salario mínimo se ve un ganchito, un bastón de hockey al final: este es el escenario de lo que ocurrirá si el gobierno no da un aumento de emergencia al salario mínimo. Con supuestos de inflación un poco más bajos (y poco probables) los resultados son esencialmente los mismos; con inflación más alta, estamos de regreso en los ochenta, con cambios frecuentes para evitar que el salario mínimo quede muy atrás.


En los últimos 25 años, no ha preocupado mucho al gobierno que el salario mínimo caiga después de una devaluación y un ajuste muy grande a los precios públicos (que es la motivación para que el banco central haya promovido la inflación). Sin embargo, ahora hay un par de factores políticos que están empujando el ajuste. Primero, el grupo político que gobierna la Ciudad de México propuso un incremento muy elevado, y si bien la propuesta ha tenido poca resonancia entre la población, ante el mutismo del gobierno federal es seguro que algún candidato de oposición a las Presidencia tome la bandera (esto es, para las elecciones en 2018).  En la última gráfica, la propuesta de ese grupo (actualizada) sería de un salario mínimo de $181 pesos. Segundo, previendo que la política económica iba a generar inflación, en 2016 el gobierno prometió elevar el salario mínimo por arriba de la inflación anunciada (aunque en mi opinión el gobierno ya sabía que sus políticas iban a generar inflación). Así, se dio un incremento de 9.6%, pero el colchón se está acabando pues la inflación de precios públicos está cerca de 13% y la de mercancías de 6%. La inflación total es menor porque la inflación de servicios es 3.1%, pero esto no son buenas noticias para la popularidad del gobierno, pues baja inflación de servicios significa bajo crecimiento de ingresos de proveedores intensivos en personal (escuelas, restaurantes) o de clase media (rentistas). En resumen, la población está viviendo una inflación arriba del 6 o 7% que se espera en promedio.
En la gráfica vemos pronósticos del valor del salario mínimo para diciembre de 2018. La columna de $87.6 es resultado del  estatus quo, que en mi opinión es la más probable (no la mejor). La de $181 es la ya mencionada del grupo del alcalde de la Ciudad de México. La de $96 y $112 son las que se hubieran dado si la política hubiese sido mantener el valor real desde 2002, y si se hubiese incrementado en 1 punto porcentual por arriba del salario general.


En un documento hace tres años analicé las opciones de política de salario mínimo; creo que ese análisis sigue vigente. El salario mínimo es una de las variables de política más intensa y agriamente debatidas, así que nadie puede esperar políticas de consenso. Pero no deja de llamar la atención cómo el gobierno de México ha seguido por décadas y media una política de hierro bajo la idea de que el salario mínimo es causa de la inflación. Una regla de ajuste con base en el salario general y la inflación disminuiría la politización del tema y permitiría una política constructiva y evolutiva de largo plazo. 


lunes, 8 de mayo de 2017

Salarios, reforma fiscal, TLC

Estas son las gráficas de Coneval sobre la evolución de los ingresos laborales en la década. El principal evento es la gran caída entre 2013-2014. Esos años no fueron de recesión, por lo cual creo que la explicación principal es la reforma fiscal. Apenas 4 años después se están recuperando los trabajadores.
 
La otra gráfica es la variación a nivel estatal de los ingresos laborales. Las diferencias son muy grandes. Ocho estados están en aproximadamente 7 por ciento o más de ganancia, y 14 están en números negativos. Esta gráfica puede tener efectos de selección importantes, por el regreso de la recesión de 2008-2010 y por la migración, pero en mi opinión sigue reflejando que los estados con mejor integración al comercio internacional son los que tienen mejores resultados económicos. Las excepciones son Tamaulipas y Baja California. Para Tamaulipas, el mal resultado puede ser consecuencia de la violencia en el estado; para Baja California el tema puede ser la selección, ya que en términos de empleo, se sigue creando mucho, de manera que el bajo crecimiento del ingreso promedio se puede deber a que sigue llegando mucho inmigrante de baja calificación.
 


lunes, 1 de mayo de 2017

Siguen las "sorpresas" del INFONAVIT



El Fondo Nacional de Vivienda (el INFONAVIT) es uno de los dos o tres factores de mayor riesgo a las finanzas públicas y también de los principales obstáculos al crecimiento de los salarios. Siguen apareciendo noticias sobre las pérdidas de grandes cantidades de dinero en favor de grupos políticos con gran pérdida de bienestar a los trabajadores. Esta nota (de La Jornada) sobre Ciudad Juárez es una más de la larga lista. La institución es de las más oscuras en el sector público y no hay informes completos sobre las pérdidas. No sólo puede haber muchos "esqueletos en el closet", sino que un episodio de inestabilidad en las tasas de interés y una recesión pueden acarrear pérdidas aún mayores que las reportadas.

Dificultades de los Estados petroleros

Los problemas de Arabia Saudita están siendo los que comparten todas los estados nacionales que cifran su futuro en empresas estatales de petróleo. La idea original es que el control del petróleo produce una alta capacidad de regulación de la economía y fortaleza fiscal. Arabia Saudita es supuestamente el caso más exitoso.

Sin embargo, estos días la monarquía tuvo que echar atrás los recortes al personal y espera tener un déficit de "sólo" 79 mil millones de dólares. Los Saudis tienen más activos financieros que el gobierno de México, pero aún así, están encontrando que valen menos de lo que pensaban. Para la solución a sus problemas está previsto vender acciones de la empresa estatal (Aramco), que valuaban en 2 millones de millones de dólares, pero ahora se piensa que vale un 25 por ciento menos. Pemex posiblemente tiene valor negativo en la actualidad, por lo cual el gobierno de México está tratando de crear negocios paralelos y venderlos por separado.

Una estimación es que Pemex valía unos 62 mil millones de dólares en 1990, y en el boom petrolero posiblemente subió al doble o al triple de ese valor. Para una comparación, Telmex se privatizó al equivalente de un valor de unos 8 mil millones de dólares, y ya había subido de precio unas tres veces en la expectativa de la privatización. La capitalización de América Móvil es hoy casi 50 mil millones de dólares. La comparación no es fácil porque Telmex se ha metido en muchos negocios nuevos, pero por otro lado ha tenido escisiones y cambios corporativos que la hacen una empresa diferente. Pemex tiene activos muy valiosos, y seguramente se están haciendo los cambios para que al menos no le cueste más al gobierno federal.

Sin embargo, la creciente popularidad de la política competencia en el mundo se deriva en buena medida del desencanto con el control estatal de los monopolios, y posiblemente veamos rondas adicionales de reforma. para disminuir el control directo del Estado.