La primera gráfica dice que cuando una prueba de un diagnóstico señala a un mayor riesgo de daño, hay un cambio claro en el uso de servicios médicos (este ejemplo es con medición de glucosa en la sangre).
Sin embargo, los resultados intermedios y finales de salud no se ven afectados. Es decir, el diagnóstico no lleva a mejoras en, por ejemplo, índice de masa corporal o incidencia de complicaciones por diabetes.
Cabe anotar que este estudio no dice que una mayor medición de riesgo no se asocie a peores resultados (por ejemplo, más glucosa en la sangre sí se asocia a mayores complicaciones por diabetes). Lo que dice es que los exámenes generan mayor demanda por servicios de salud y que ese mayor uso de servicios no mejora los resultados finales.
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